Para lograr una decoración minimalista, se debe entender la ley de menos es más. Cuanto menos haya en una habitación, tanto en mobiliario como en el desorden que se genera a diario, más lugar habrá para la entrada de luz, para la apreciación de la habitación y por supuesto para disfrutarla más.
Te mostramos algunas ideas de cómo decorar una casa estilo minimalista de manera fácil y sin complicaciones.
Funcionalidad
El minimalismo es un movimiento que pasó del arte al diseño del hogar en la década de 1920, pero sigue siendo considerado como uno de los estilos más innovadores. El minimalismo ha sido calificado como el pionero del diseño con visión de futuro, en la que todo lo que se utiliza debe cubrir las necesidades, lo que significa que cada elemento debe ser funcional.En una habitación minimalista, incluso las piezas decorativas tienen un propósito.
Reduce la cantidad de muebles a lo básico, luego construye tu decoración sobre ellos solo cuando sea necesario. Un collage de piezas de arte abstracto no es una marca de minimalismo. Dale a cada pieza una razón para estar allí.
Formas
Después de ubicar los muebles que necesita una habitación, considera la forma de cada pieza. Piensa en las formas básicas: cuadrados y rectángulos. Luego piensa en las líneas más comunes que se utilizan en el diseño: horizontal, vertical, diagonal, zigzag y curva.
Los seguidores del movimiento De Stijl , que comenzó en 1917 y se considera el predecesor del minimalismo, se limitó a estas formas para simplificar y llegar a la esencia central del arte.
Si bien no hay necesidad de ser tan estricto en la elección de formas, atenerse a lo básico unificará la habitación. Se necesita unidad para presentar la sala como un paquete completo y, por lo tanto, minimizado. La falta de detalles abstractos permitirá que el ojo recorra las bellas líneas.
Muebles en decoración minimalista
Si comienzas a decorar una casa de cero no hay problema, pero si quieres cambiar tu casa ya decorada, pues deberás decorar de a una habitación a la vez, nunca todo al mismo tiempo. El primer paso es lograr definir todos los muebles que son innecesarios o de los cuales se puede prescindir.
No tengas miedo a desprenderte de ellos, deja solamente los más cómodos, funcionales y prácticos. Se verá beneficiada la habitación por la mayor entrada de luz y la sensación de espacios más amplios.
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Orden
La casa minimalista es muy exigente con respecto al orden. Por ejemplo, todo tipo de papeles acumulables, como facturas o correspondencia, deben tener su propio lugar de almacenamiento permanente.
La imagen de una casa minimalista no puede dar lugar a cosas tiradas ni a suciedad. La limpieza, el orden y el equilibrio son fundamentales.
La base del orden se encuentra en que cada cosa de la casa debe tener un lugar asignado, un sitio que le corresponda. En la cocina, todos los electrodomésticos se pueden colocar en las mismas estanterías para que la habitación se vea despejada.
Paredes en decoración minimalista
Con respecto a las paredes, cada habitación puede tener uno, como mucho dos cuadros, si la habitación es muy grande.
Como vemos en la imagen inferior, se trata de que la pared no necesite ningún elemento decorativo, sino que los materiales de la misma sean suficientes para que se vean atractivas.
Accesorios
El principal atractivo del estilo, es que nos permite disfrutar de los elementos que verdaderamente nos otorgan funcionalidad. No es bueno tener los espacios cubiertos de objetos sin sentido, que no nos aportan ni por el lado de la estética ni de la funcionalidad.
Aunque si bien se busca espacios despejados, el estilo hace lugar para la incorporación de algunos pocos acentos, que brinden personalidad a los mismos. Se busca la recreación de espacios cálidos y agradables, que de otra manera serían difíciles de lograr.
Colores en la decoración minimalista
En cuanto a los colores, el blanco es el color minimalista por excelencia, aunque si prefieres una decoración más personalizada, el beige, crema y caqui son algunas opciones perfectas, también para llevar en las paredes o los muebles.
Colorear un espacio minimalista con tonos modestos como el blanco , el beige y el gris es popular, pero aventurarse más allá de lo monótono no es pecado en la decoración minimalista.
Los colores primarios, como el amarillo y el azul, son finos siempre y cuando se vean en sus tonos más puros. Los tonos como dijon y azur pueden hacer que una casa parezca más contemporánea que minimalista, reflejando un movimiento de diseño que vino después del minimalismo.
La cocina es un lugar especialmente ideal para incorporar colores más brillantes. En espacios minimalistas, la mesa del comedor y la cocina a menudo comparten el mismo espacio, por lo que no desea que el área donde se reúne para conversar y comer parezca demasiado estéril.
Lo importante en los colores es la disminución de la carga visual. Pueden darse algunas notas de color por medio de pequeños acentos, como obras de arte, cojines o tapetes, los cuales resultan ideales ya que fácilmente pueden ser cambiados cuando nos aburramos.
Suelos
Una casa minimalista no debería ser fría. El concreto y la madera son dos de las opciones de pisos más populares para un diseño minimalista.
El arquitecto minimalista Mies van der Rohe prefería los materiales de construcción considerados modernos en la primera mitad del siglo XX, especialmente el acero y el vidrio industrial, debido a su naturaleza simple.
Una alfombra neutra en el piso, como la alfombra de yute de arriba, es un método popular entre los minimalistas que desean agregar algo de calor a una habitación.